Por orden de Milei, en la Rosada le bajan el tono a la disputa con Villarruel pero reconocen la distancia entre ambos

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Los gestos que intentan disminuir la tensión. El rol de “El jefe” y la construcción de la vice con el respaldo de Macri.

El portavoz presidencial, Manuel Adorni, le dio like a una publicación de Victoria Villarruel, en Instagram. Después de la escalada de la interna palaciega entre la vice y el jefe de Estado, y que afectó a todos los escalafones de la gestión libertaria, ésta fue la forma que encontró el gobierno para hacer flamear la bandera de la paz con la vicepresidenta.

En Casa Rosada no niegan las diferencias entre Javier Milei y su compañera de fórmula. “Coincidimos en el 95% de las cosas, esto forma parte del 5% de las que no”, dicen cerca del presidente, sobre la postura de la vice en favor de los cánticos que entonó la Selección tras el triunfo contra Colombia en la Copa América y que le costaron una sanción deportiva a Enzo Fernández.

Sin embargo, los laderos del libertario se encargan de advertir que la situación “no está fuera de control” y que esta disputa no generará un conflicto político mayor, puesto que el perfil de la vice sigue aferrado a la institucionalidad de su figura. La inmediata aclaración desde Balcarce 50 llega luego de que el periodista Jonatan Viale informara que la relación entre ambos líderes está completamente rota.

Foto: AFP

A pesar de las aclaraciones, en el gobierno reconocen que el tuit de la vice molestó al presidente. “A Javier no le gustó que se arme un quilombo diplomático por sus ganas de figurar”, confió un íntimo del libertario a Tiempo, quien aclaró que la visita de Karina Milei a la embajada de Francia se dio luego de que el jefe de la casa francesa en Argentina se comunicara con las altas esferas del gobierno para hacer saber su descontento.

Si bien la orden del libertario fue bajar la tensión, en algunos despachos siguen mirando de reojo los pasos de Villarruel. La desconfianza del gobierno para con la vice se extiende en cada uno de los movimientos que Villarruel hace con o sin consultar. Un importante alfil del presidente está seguro de que la presidenta del Senado “no juega sola” en la construcción de su poder. Aunque no acusan con nombre y apellido, los laderos del libertario entienden que quien está detrás de este fogonazo de protagonismo es el ex presidente Mauricio Macri.

En la reconstrucción que hacen puertas adentro de Casa Rosada, la vice habría cerrado acuerdos con el ex mandatario para que la comisión bicameral de Inteligencia sea comandada por el macrista Martin Goerling. Esta decisión, inconsulta por parte de la compañera de fórmula de Milei, va a contramano de la voluntad de los armadores políticos de la gestión, que quieren que el lugar sea ocupado por el entrerriano Eduardo Kueider.

Cuando todo estaba enfocado en la aprobación de la diluida Ley Bases, el voto positivo del ahora ex senador del Frente de Todos era fundamental para que el oficialismo lograra la aprobación del proyecto. Después de varias negociaciones y la concesión de disponer de los directivos de la represa de Salto Grande, a último momento, el ex PJ modificó su voto y se posicionó a favor del ambicioso proyecto, lo que le valió el visto bueno de los cercanos al libertario para concederle la presidencia de la comisión.

La elección del oficialismo no está sujeta a negociaciones, dicen desde la casa de gobierno, al tiempo que confirman que la elección de Kueider como presidente es prácticamente un hecho. “Voy a desconocer todo acuerdo que no sea consultado”, dijo ante Tiempo un importante confederado de Milei, marcándole la cancha a la vice.

A pesar de que en el oficialismo dejan correr esta versión, del otro lado del mostrador sostienen que la acusación de negociaciones subterráneas es falsa, y que, desde el gobierno, “ven fantasmas que no hay.” Según pudo reconstruir este medio, quien pidió específicamente por Goerling fue la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien insistió por un alfil propio dentro de una comisión tan sensible para el oficialismo. “Se hizo un acuerdo para garantizar la gobernabilidad en el Senado”, explicó a Tiempo un senador al tanto de las negociaciones.

“Ella (por Bullrich) ya llamó a quien tenía que llamar para aclarar quién estaba detrás de este pedido. Si en el gobierno siguen creyendo que fue un acuerdo entre Villarruel y Macri evidentemente la quieren operar”, dijo un miembro del PRO que responde a la ex presidenta del partido sobre las versiones que hacen trascender miembros de la mesa chica del libertario.

Las supuestas maniobras de Villarruel no caen en gracia dentro del oficialismo, pero reconocen que, aunque minúsculo, la segunda en la línea sucesoria empieza a conformar su propio armado de poder. Tras el quiebre con el diputado Guillermo Montenegro, quien ofició como su operador político hasta marzo, la vice trabajó para rodearse de palomas que apañan su línea institucionalista y se sientan incómodos con los modos del libertario.

En este grupo se encuentra en primera línea el senador oficialista, Francisco Paoltroni. El formoseño salió a defender a Villarruel luego de que ella misma condecorara con el rótulo de “colonizadores” a los franceses, y redobló la apuesta contra el presidente. «Cuando uno echa a toda persona que no está de acuerdo con lo que opinás, te terminás rodeando de obsecuentes y es lo que le pasa hoy al Presidente”, dijo sin rodeos el legislador.

En la Rosada restaron importancia a los dichos de Paoltroni y a su propia figura. A cambio devuelven chicanas. “Me resulta bastante ingrato este comentario. Yo sería más fiel con quien me dio la posibilidad de ser senador”, dijo ante este medio un importante funcionario dispuesto a explicar cuántas veces sean necesario que Javier Milei es el único líder y que el resto de los miembros del gobierno son figuras circunstanciales.

A pesar de los dichos del legislador contra el presidente, el ejército de laderos digitales coordinados por Santiago Caputo desde el primer piso de la Casa Rosada se mantuvo cauto. Según pudo saber Tiempo, la orden de bajar la agresión la extendió la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, molesta por los conflictos autoinfligidos.

La orden de la hermana presidencial llega en medio de la interna a cielo abierto que usuarios de X (ex Twitter), que forman parte del ecosistema de militancia orgánica del libertario, disputan con los encargados de la comunicación digital del gobierno, quienes habitan el ecosistema del Salón de los Próceres.

El violento intercambio de tuits se dio entre el usuario @tanogiuliani y la cuenta que se le atribuía al asesor presidencial, Santiago Caputo, @snakedoclives, por la defensa del primero a la vicepresidenta en el conflicto con la embajada francesa. Dentro del gobierno creen que los usuarios díscolos no actúan sólos, sino que estarían coordinados por una empresa de medios que busca lesionar al oficialismo desde adentro.

“En algún punto, los trolls nos complican en la relación con los funcionarios. Una cosa es ser picante en Twitter y otra es pegar por debajo del cinturón, hay que bajar un poco la soberbia”, se sinceró un funcionario cercano a El Jefe. Aunque no planean abandonar sus modos, la apuesta de la veedora de los intereses de su hermano será bajar la tensión en todos las áreas del gobierno y evitar nuevos errores no forzados.

Si bien desde ambos bandos reconocen que el presidente y la vice no dialogan desde hace varios días, la distancia se cortará este domingo, cuando ambos participen del evento de inauguración de La Rural. La foto juntos será inevitable y la vice aprovechará para limpiar su vínculo con su compañero de fórmula. En el círculo de Javier Milei, sin embargo, no desistirán con la distancia.

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