El presupuesto para ciencia cayó 37%: «Se está padeciendo una demolición»
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“Se trata de un ajuste realizado en apenas siete meses que es más abrupto que el llevado a cabo en los cuatro años de la gestión de Mauricio Macri”, alerta un informe del Grupo EPC-CIICTI. Descienden los salarios de científicos y en junio cayó un 95% la transferencia de fondos a las universidades.
Lo que se presagiaba en noviembre está ocurriendo, y con una fuerza inusitada: el primer semestre de 2024 significó un brutal ajuste al sector científico-tecnológico, que además padece los ataques oficiales. Hasta el momento el presupuesto de ciencia tiene una caída del 37% respecto al 2023.
El Grupo EPC-CIICTI realiza un seguimiento detallado los diversos aspectos que componen la economía política de la ciencia y la tecnología en nuestro país. En su último análisis enfatizan que en lo referente a presupuesto, la Función Ciencia y Tecnología (CyT) del presupuesto nacional descendió un 30,4% real contra 2023. Pero mirando más específicamente, en lo que tiene que ver con la extinta Jurisdicción 71 – Ministerio de Ciencia MINCyT (que incluye a la actual Secretaría de ICT, el CONICET, la Agencia I+D+i y la CONAE), la retracción alcanzó el 37,7% real.
«El descenso en la ejecución fue progresivo, mes a mes, empeorando el registro en la comparación contra el año anterior en todos y cada uno de los meses del año. Se trata de un ajuste realizado en apenas siete meses que es más abrupto que el llevado a cabo en los cuatro años de la gestión de Mauricio Macri«, apunta el informe.
Y acotan: «Tras tres años de robustos avances, que incluyeron un avance de la inversión en ciencia del 43% real entre 2020 y 2023, lo que se observa es un descenso notorio que no tiene antecedentes en la programación presupuestaria de la Argentina desde que la Función se incorporó al sistema de cuentas en 1972″.
Un país que no valora a sus científicos
El peso de los salarios se incrementa notoriamente entre los objetos de gasto de la Función CyT: pasó de ser el 54,8% del total de la inversión a constituir más del 70% del presupuesto ejecutado durante el primer semestre del año.
«De todos modos, esto no impide que los salarios reales caigan notablemente durante este período, pero implica que los otros objetos de gasto caen más rápido aún», aclaran. Es decir, el mayor peso de los salarios sobre el total de gastos en ciencia no significa que se deba a mayor inversión en salarios, sino a un freno casi total en inversión de equipamiento e infraestructura.
De hecho, los científicos del CONICET perdieron el 26% del poder adquisitivo de sus salarios desde que asumió la presidencia de la Nación Javier Milei. A partir de la publicación del porcentaje de inflación del mes de junio, que según el INDEC alcanzó el 4,6%, se confirmó que los profesionales de carrera y los becarios que investigan en todo el país sumaron un nuevo mes en descenso.
Al mismo tiempo, todos los organismos caen en términos reales en su ejecución durante el primer semestre, entre los que se destaca la retracción del 94,2% real de la Secretaría de ICT (ex MINCyT Central), que prácticamente desaparece del cuadro presupuestario del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI).
También desciende un 92,3% real en comparación con el 2023 la inversión en ciencia en el marco del Programa de Desarrollo de la Educación Superior en Universidades Nacionales del actual Ministerio de Capital Humano.
El ex ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus advirtió sobre las graves consecuencias del desfinanciamiento que está llevando adelante el gobierno de Javier Milei, durante la presentación del libro “Afuera”.
“No estamos solo ante una política de ajuste, sino frente a un gobierno que quiere destruir la educación, la universidad, la ciencia y la tecnología pública”, dijo Filmus en diálogo con Radio AM 1270.
En ese sentido, afirmó que a diferencia de “los 90 o la época de Macri”, en esta ocasión “doctrinariamente piensan que la universidad tiene que ser privada y el estado no la debe financiar”.
Universidades y asfixia presupuestaria
Con fuerte contracción del gasto primario, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) explicó en su último informe cómo hizo el gobierno para lograr superávit fiscal durante el primer semestre del 2024. Y en gran medida recae sobre sectores más vulnerables como jubilados, sobre las provincias y la falta de obra pública, y también sobre las áreas del desarrollo nacional: en junio cayó un 95% la transferencia de fondos a las universidades.
La proyección tiene uno de sus fundamentos en el fuerte ajuste que recae sobre las universidades nacionales y que, de hecho, está poniendo en riesgo el inicio del segundo cuatrimestre, por la falta de acuerdo salarial con los docentes y no docentes de las casas de estudios superiores.
Si bien hace un par de meses el gobierno de Javier Milei otorgó los fondos para que las universidades sigan funcionando (los llamados “gastos de funcionamiento”, que representan el 10% del presupuesto total de las casas de estudios superiores), aún resta definir los salarios de docentes y no docentes, que representan el 90% de esos fondos.
De acuerdo a un informe del Instituto de Estudios y Capacitación (IEC-CONADU) muestra el impacto del recorte presupuestario en las instituciones públicas, en los primeros seis meses de 2024 las universidades nacionales recibieron del Estado 1.351.829 millones de pesos. Esto es un 152,8 por ciento más que lo que obtuvieron en los primeros seis meses del año pasado. Sin embargo, esa variación queda muy rezagada frente al promedio interanual de inflación, que alcanzó los 276,4 puntos: en la primera mitad del año, el financiamiento universitario quedó 123,6 puntos por debajo de aumento de precios.
Si se toma por ejemplo el último mes considerado (junio), las casas de estudio perdieron incluso más en relación a la inflación. En esos 30 días, recibieron poco más de 364.800 millones de pesos: solo un 106,3% sobre junio de 2023, frente a una inflación de junio a junio de 271,5%, lo que constituye un atraso de 165,2 puntos por detrás de ese índice.
Filmus advirtió sobre la situación de las universidades públicas atendiendo a que “los docentes han perdido el 32% de su salario en los primeros meses de gestión de Milei”, y planteó que en este contexto las medidas de fuerza en defensa de la educación universitaria “tienen la contradicción de que si cerrás la universidad por el conflicto, le hacés el juego a ellos que quieren que las universidades estén cerradas” por lo cuál consideró “muy acertada la decisión de los gremios de adoptar medidas de paro” y a la vez “otras maneras de dar visibilidad el conflicto”.
Además indicó que “el RIGI permite que las empresas internacionales traigan su propia tecnología y que sólo deberán dedicar un 20% en recursos para pymes e industria nacional, siempre y cuando el precio les convenga: es decir, nada”.
De persistir esta tendencia, al concluir el año se habrá destinado a la educación universitaria tan solo el 0,24 por ciento del Producto Bruto Interno (un tercio del 0,70 de los últimos años), el valor más bajo de las últimas décadas.
¿Federalización?
Respecto de la federalización, en el régimen presupuestario previo a diciembre de 2023, había cobrado importancia la inversión en equipamiento e infraestructura en las provincias menos desarrolladas en CyT, como parte de los programas federales Equipar Ciencia y Construir Ciencia.
En la gestión de LLA, la caída del 30,4% real de la Función CyT en la ejecución del primer semestre de 2024 no se difunde de manera pareja en las 24 jurisdicciones argentinas. Hay distritos como Chaco, La Rioja, Santa Cruz o Formosa donde la inversión CyT cae por encima del promedio, hasta alcanzar, en el caso de la última provincia mencionada, una caída real del 45,9%.
El efecto del ajuste también supone una intensificación de la concentración y la des-federalización concreta de la CyT en nuestro país.
Demolición
El ex Secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación, del Ministerio de Ciencia, Diego Hurtado, cuestionó con dureza la situación actual del sistema de Ciencia y Tecnología: “Hoy, la ciencia ya no está en peligro: está padeciendo una demolición concreta y acelerada”.
El físico pasó por el ciclo “Nexo Científico”, que organiza la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNCUYO, y habló con Unidiversidad: “Si miramos las encuestas de percepción pública de la ciencia y la tecnología, da una percepción social muy positiva, con matices o claroscuros, dependiendo de la región, pero, en promedio, da una percepción muy positiva y con muchos elementos de juicio. No es que todo lo que viene de la ciencia es bueno porque ayuda a la sociedad. No, es más que eso. Un porcentaje importante de encuestadas y encuestados te puede hablar o mencionar instituciones científicas, recuerdan los logros de la ciencia y la tecnología durante la pandemia”.
Entre esos “logros”, el físico destaca la vacuna Arvac, la primera vacuna nacional, que pueden servir de «anticuerpos» ante las medidas de desfinanciamiento: «Alemania, Estados Unidos, Corea del Sur, etcétera, en ningún caso tuvieron ministros ni directores o presidentes de grandes instituciones que les echaran la culpa a los científicos. Si estamos equivocados, que nos muestren el camino para ir por la orientación correcta. Ahora, si no tenés idea de lo que hay que hacer, no les eches la culpa y no me vengas con un diagnóstico sobre la utilidad”.
Para el ex funcionario del Ministerio de Ciencia (degradado a Secretaría en diciembre de 2023) «hay una disputa por el sentido común y qué lugar ocupa el sentido común de las y los ciudadanos. Quiero decir, qué va a hacer nuestro país en términos de su imaginario con la ciencia y la tecnología. Porque los imaginarios son los que después se consolidan en orientaciones, en políticas públicas, en opciones de voto”.