Schumacher pidió apartarse de la resolución sobre la prisión domiciliaria de Urribarri
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La vocal del Superior Tribunal de Justicia, Gisela Schumacher, planteó su excusación en la resolución del planteo presentado por las defensas de Sergio Urribarri y otros acusados en la megacausa para terminar con la prisión preventiva que se les impuso. Alegó sentirse afectada en su juicio interno por la presión social que recibió y los planteos de juicio político que se le hicieron en causas anteriores relacionadas.
En el pedido de excusación -al que tuvo acceso esta Agencia-, Schumacher menciona que ha sido objeto de dos denuncias y una ampliación presentadas ante la Comisión de Asuntos Constitucionales, Juicio Político y Peticiones, Poderes y Reglamento que tienen como fin la apertura de un juicio político en su contra invocando la causal de mal desempeño, cuestionando “decisiones que dicté en la causa 5377 y acumuladas, que fue iniciada por un recurso de queja por impugnación extraordinaria denegada en esta causa principal número 5620”.
“Por una de esas denuncias, fui notificada por la Comisión con el fin de presentar un descargo, lo que así efectué, y no así de la segunda denuncia que habría presentado, según los medios de comunicación, una Asociación Civil llamada ‘Entre Ríos sin Corrupción’”.
“Si bien quiero expresar el rechazo categórico de conducta irregular de mi parte, toda esta situación ha generado en mí una grave afectación en mi juicio interno, configurante de lo que se denomina ‘violencia moral’ que afecta mi tranquilidad y que no me permiten juzgar la causa con la serenidad que exige el proceso”, fundamentó.
A su vez, consideró que “esta situación subjetiva podría además tener proyección hacia la comunidad, dada la inusual repercusión pública que la situación ha tomado, lo que generó la declaración de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Jufejus) en la que hizo énfasis en el hostigamiento mediático y se refirió a la independencia judicial y a la necesidad de que la magistratura no esté sujeta a presiones.
Sobre el final del escrito, Scumacher señaló que “la Corte Suprema sostuvo que si bien debe evitarse que el instituto de la excusación por razones de decoro o delicadeza se transforme en un medio espurio para apartar a jueces y juezas naturales de las causas sometidas a su conocimiento, sólo quienes alegan hallarse en situación de violencia moral se encuentran en condiciones de calibrar hasta qué punto ello afecta su espíritu y su poder de decisión libre e independiente”.