Ambientalistas fueron al Senado y criticaron el proyecto que regula los agroquímicos: “Las buenas prácticas no existen”

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Organizaciones ambientales, profesionales en la materia y vecinos autoconvocados fueron convocados por la Comisión de Salud, la de Ambiente y la de Producción del Senado con el fin de analizar el proyecto de ley que regula el uso de agroquímicos. Afirmaron que el proyecto “adolece de fundamentaciones científicas”, “peca de inconstitucional” y que “las buenas prácticas no existen”. También pusieron el foco en las distancias: “Son alejadas de lo que la Justicia y la ciencia sugieren”.

Este martes tuvo lugar una nueva reunión conjunta de las Comisiones de Salud Pública y Drogadicción, Ambiente y Desarrollo Sustentable, y de Producción para continuar con el análisis del “Proyecto de Ley de buenas prácticas en la utilización de fitosanitarios y domisanitarios en la provincia de Entre Ríos”.

El encuentro de trabajo tuvo una duración de cinco horas y se desarrolló en el recinto de la Cámara de Senadores, con algunos invitados de manera presencial y varios con la modalidad videoconferencia.

Encabezaron la reunión quien preside la comisión Salud Pública y Drogadicción, Hernán Méndez (Ibicuy – Juntos por Entre Ríos), la titular de la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Gloria Cozzi (Concordia – Juntos por Entre Ríos) y el presidente de Producción, Casiano Otaegui (Gualeguay – Juntos por Entre Ríos).

Los ambientalistas enviaron días atrás una nota a las autoridades de comisión (nota que contó con la adhesión de más de 500 firmas) solicitando que un listado de 22 especialistas tenga la posibilidad de expresar su postura ante los senadores.

De ellos tomaron la palabra los siguientes especialistas y vecinos:

  1. El doctor en Ciencias Naturales, investigador del Conicet, profesor de Eco toxicología de la Universidad Nacional del Litoral, Rafael Lajmanovich.
  2. La abogada, Magister en Derecho Ambiental, Derecho Urbanístico y Tutela del Patrimonio Cultural, María Aldana Sasia.
  3. El médico y docente de la Universidad Nacional de Rosario, Damián Verzeñassi-
  4. La periodista ambiental e investigadora Anabel Pomar.
  5. Nicolás Indelángelo, ingeniero agrícola agroecológico.
  6. Nadia Burgos. Ecosocialista Roja
  7. Ximena Rosso, representantes de vecinos autoconvocados de Colonia Ensayo
  8. Cynthia Arellano, representante de vecinos autoconvocados de Colonia Ensayo.
  9. Facundo Scattone Moulins, Brote Ecológico de Concordia.
  10. María Cristina Tejedor, miembro de la Ronda de los Martes de Concepción del Uruguay y Encuentro Ambiental Uruguayense.
  11. Emilio Vitale, Cordinadora Basta es Basta de Gualeguaychú.

“La casta del campo”

En representación del MST en el FIT- Unidad y la Red Ecosocialista estuvo presente la dirigente Nadia Burgos

Señaló que el rechazo al proyecto “no es un caprichoso, sino que es producto de años de lucha contra un modelo agotado y cuyas consecuencias sufrimos el 99% de la población y los territorios que habitamos”.

Luego puso sobre la mesa una serie de datos de los pueblos fumigados: “Una es la curva de crecimiento del uso de agrotóxicos en nuestro país, que desde 1990 aumentó un 1400 %”.

“Con la soja como una de las producciones de mayor salto en estos años y que hoy ocupa el 60% de la tierra cultivada del país, este modelo empuja el desmonte volviéndonos uno de los 10 países con más deforestación del mundo”, advirtió Burgos.

“Los resultados de un modelo productivo que decían iba alimentar el mundo muestran que el 25% de la población sufre inseguridad alimentaria o, como sucede en nuestro país, el 50% de la niñez está bajo la línea de pobreza”.

Luego aseveró que “esta ley legaliza un modelo productivo que tiene como una de las principales consecuencias en nuestra provincia la concentración de tierras. Hay 190 firmas que controlan más del 25% de la tierra cultivada. Son 524.775 hectáreas que representan el 42% de tierra trabajada por nuevos actores, megaempresas no entrerrianas, pooles locales y grandes propietarios que también generan una concentración productiva, desplazando del campo a familias enteras mediante la concentración y monopolio de la tecnología y fuerza productiva”.

“Este modelo productivo bajo el imperativo de la ganancia que disloca la producción de las necesidades sociales no va más. En términos económicos es necesario reconocer que no existe producción que dé ganancias en el agronegocio sin fuertes estímulos económicos por parte de los gobiernos. La casta del campo, que son los planeros vip de los que nadie quiere hablar, a quienes le declaran la emergencia por sequía, por inundaciones, a quienes le bajan los aranceles de los agrotóxicos, etc. Y esto es así porque el paquete tecnológico es cada vez más caro, en dólares, y porque la dinámica de producción de commodities está atada a una demanda no natural, la del mercado, que todos sabemos no se regula solo”.

“La crisis capitalista actual no es solo económica, es sistémica y está impulsada por factores propios de este sistema en decadencia, no hay rindes en el campo porque bajo el consumo, porque las consecuencias ambientales ya están presentes, los suelos se agotan, las lluvias. son escasas, las ganancias no son las que esperan y así se multiplican proyectos como el RIGI y el RINI con exenciones impositivas, aduaneras, o pedidos como el de los productores de megagranjas porcinas que pegan el grito. en el cielo pidiendo subsidios a la luz, a su producción para que la ‘competencia sea leal’ frente a otras producción altamente subsidiadas”, agregó el dirigente de izquierda.

“Estos proyectos de ley avalan ese modelo y además lo hacen apelando a garantizar la calidad e inocuidad de los productos derivados de la actividad productiva, de proteger y conservar la salud, de gozar de un ambiente sano y equilibrado y de favorecer una producción agrícola que Contribuya a la seguridad alimentaria y al desarrollo rural sostenible. Son CÍNICOS: ¿no inocuidad en la utilización de productos tóxicos?, no hay equilibrio en la utilización de venenos, no pueden declarar de interés público la legalización estatal de este modelo productivo”.

“No queremos más engaños, porque sabemos que esta ley no es nueva, ni aggiornada, ni moderna. Es un intento fallido que insiste, ya frenamos en el 2014 el mamarracho de Arletaz y Cresto, nos manifestamos en una audiencia pública e hicimos caer en el 2017 el texto bochornoso de Giano y Torres. Y también cuando ingresó a la cámara de diputados en 2022 esta ley de Bordet la rechazamos. Nos toca una vez más expresar desde la lucha un rechazo, un rechazo que abre un poquito más el camino para que una transición a otro modelo productivo sea posible, porque con estas instancias cada vez más personas se entran que lo nuestro no es el fundamentalismo del NO. Que el fundamentalismo del NO lo tiene el agronegocio de las corporaciones, que hace lobby para que esta ley se concrete e imposibilitar otras formas de producción. Nosotros luchamos por un modelo productivo de y para las poblaciones, donde se decide democráticamente qué y cómo se produce. Que se produce al servicio de las mayorías sociales y el ambiente”.

“Para terminar queremos expresar una vez más que las únicas buenas prácticas son agrícolas sin venenos y es con agricultura con agricultores”, finalizó.

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