Bolsonaro y un asesor de Milei, involucrados en un complot antidemocrático en Brasil

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El plan contemplaba el asesinato de Lula para impedir su vuelta al poder tras las elecciones de 2022. Lo reveló la Policía Federal brasileña e incluye al ex presidente, ministros de su gobierno, militares y a Fernando Cerimedo, consultor político y estratega digital libertario.

Una investigación de la Policía Federal de Brasil sobre los hechos posteriores a las elecciones presidenciales de diciembre de 2022 reveló que Jair Messias Bolsonaro tenía pleno conocimiento sobre un plan urdido por integrantes de las fuerzas armadas y el entonces oficialismo para mantenerlo en el poder a pesar de una derrota con Luiz Inácio Lula Da Silva, a quien también se contempló asesinar.

Esta semana se hicieron públicas las más de 800 páginas de una mega pesquisa oficial para determinar el alcance del intento de interrupción del sistema democrático por parte del bolsonarismo, en una trama que incluye al ex presidente y otras 36 personas, entre las que se encuentra Fernando Cerimedo, asesor comunicacional de Javier Milei y fundador de la web libertaria La Derecha Diario.

En la mañana del viernes, Cerimedo tuvo un violento cruce en entrevista con Ernesto Tenembaum en Radio con Vos al ser consultado por su participación en la causa que lleva la justicia brasileña.

Foto: AFP

Cerimedo, que trabajaba en la campaña de Bolsonaro, habría participado en la estrategia de desinformación a través de redes sociales para dar sustento popular al ataque. De hecho, el publicista argentino es parte también de la mega causa por la violenta protesta que derivó en el copamiento de miles de militantes de ultraderecha contra los edificios de gobierno en la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia, el 8 de enero de 2023, con Lula ya asumido.

El plan de golpe institucional incluía la posibilidad de terminar con la vida de Lula, su compañero de fórmula Geraldo Alckmin y también al juez del Tribunal Supremo de Justicia, Alexandre de Moraes. De acuerdo a la Policía Federal brasileña, los conjurados evaluaban la posibilidad de envenenarlos o atacarlos con agentes químicos. De fondo, el objetivo era impedir que el ahora tres veces presidente del país regresara al poder.

La investigación reveló seis partes en el plan golpista:

  1. Desinformación y Ataques al Sistema Electoral
  2. Incitación de Militares a Adherir al Golpe de Estado
  3. Núcleo Jurídico
  4. Núcleo Operacional de Apoyo às Acciones Golpistas;
  5. Inteligencia Paralela
  6. Cumplimento de Medidas Coercitivas

Bolsonaro conocía de manera transversal todas las instancias, pero habría tenido un rol específico “directamente en el de Desinformación y Ataques al Sistema Electoral«, según consta en adelantos sobre la investigación, que todavía no está disponible completa y es analizada por el juez De Moraes.

Además de Bolsonaro y Cerimedo, los otros apuntados de renombre son Walter Braga Netto, exministro de defensa, Augusto Heleno, el exjefe de seguridad presidencial, el exjefe de inteligencia, Alexandre Ramagem, actual integrante del Congreso y Valdemar Costa-Neto, presidente del Partido Liberal, marca electoral del ex mandatario. Anderson Torres, exministro de Justicia y exsecretario del Distrito Federal en Brasil bajo Bolsonaro, también fue incluido.

Ailton Barros, ex soldado, los coroneles Anderson Lima de Moura y Carlos Giovani Delevati Pasini son algunos de los militares que integraron la orgánica del complot.

Lula, contento de estar vivo

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, agradeció este jueves por estar «vivo», tras comentar los planes de asesinarlo en 2022 en un intento de golpe de Estado por parte de un grupo de militares.

«Tengo que estar mucho más agradecido ahora que estoy vivo. El intento de envenenarme a mí y a (el vicepresidente Geraldo) Alckmin no funcionó, estamos aquí», dijo, según informa la agencia Xinhua, el mandatario en el Palacio de Planalto, sede del Poder Ejecutivo, durante una ceremonia para presentar una revisión de los contratos de concesión de autopistas y atraer la inversión privada en infraestructuras de transporte.

«No quiero envenenar a nadie, no quiero perseguir a nadie. Lo único que quiero es que cuando termine mi mandato desmoralicemos con números a quienes gobernaron antes que nosotros», dijo.

«Quiero medir con números quién hizo más escuelas, quién atendió a los más pobres, quién hizo más carreteras, más puentes, quién pagó más salario mínimo en este país, eso es lo que quiero medir porque eso es lo que cuenta en los resultados de la gobernabilidad», agregó el presidente.

Cerimedo, complicado y nervioso

El asesor de campaña de Milei y consultor político Fernando Cerimedo se cruzó al aire en la mañana del viernes con Ernesto Tenembaum por la acusación de la justicia brasileña. Luego de intentar explicar su inocencia y criticar la investigación, acusó de «mentiroso» a Tenembaum, que lo señaló como responsable por estrategias de fake news y desinformación. El diálogo se tensó más y más, y un nervioso Cerimedo se despidió diciendo «chau, pedófilo» al periodista.

Cerimedo había concedido una entrevista a Tiempo en septiembre de 2024, en la que se expresó sobre su situación judicial en Brasil. En ese momento, se encontraba involucrado en la causa por la agresión multitudinaria contra las instituciones de gobierno de enero de 2023.

«Yo estoy mencionado en una causa como organizador de las milicias digitales junto con Elon Musk», le dijo Cerimedo a este medio. «No hay nada. Al contrario, hay muchos vídeos míos pidiendo a la gente que no vaya el 8 de enero al Capitolio (en referencia a la Plaza de los Tres Poderes en Brasil). Incluso creo que el 30 o 31 de diciembre yo comenté que ya Bolsonaro dijo que se iba. Ya está, se terminó la pelea, no hay mucho más que hacer. Que la justicia diga lo que tenga que decir. Yo, por lo menos, judicialmente, no tengo ningún problema».

En septiembre, Cerimedo aclaro que «por una cuestión de seguridad, no voy a Brasil». Desde su perspectiva, fue «censurado» por la justicia. «Lo único que lamento es no poder ir a una playa», comentó.

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