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Por Rubén Bonelli (*)

Nació en Benito Legerén en un mes de mayo, allá por el año1953, en el histórico barrio El Mondongo. Hijo de padres trabajadores de la carne en el Frigorífico Yuquerí. Comenzó su militancia en la Juventud Peronista Regional II, cuando los principios rectores eran la solidaridad y el compromiso con los sectores más postergados de la sociedad concordiense. Roberto Alvarez, conocido con el sobrenombre de “Patita”, en su natal Yuquerí a la vera del río Uruguay, nunca le esquivó a los años duros.

Durante el tramo final de la dictadura más sanguinaria de la historia argentina, Roberto fue unos de los miembros fundadores de lo que fue el Partido Intransigente en Concordia, junto a Roque Mario Tito, Claudio Gastaldi, Miguel Yoya, Graciela Mac Lean, Jorge Villarreal, Hugo Galvani, Amalia Ayala y otros. Durante el mes de mayo de 1980 fue detenido político bajo la denominada Area 225 y puesto en libertad en unos días.

En la década del 80 y ya con la apertura democrática, instalado en el gran Buenos Aires, el popular “Patita” pasa a ser bautizado como el “Barba”, primero por sus compañeros gráficos y luego en el ámbito político. Si viraje hacia la denominada izquierda lo hace entre discusiones en claustros, reuniones en sociedades de fomento, pero siempre acompañado por su praxis en los barrios más marginales del conurbano, como ser “Villa Tranquila”.

Roberto Alvarez, finalizó sus actividades como trabajador gráfico hace unos años, para redoblar su militancia en el Partido Obrero, de quien es un referente a nivel nacional. Pero siempre sabe dar una vuelta para refrescarse o pescar en “su lugar”, dice con gestos de añoranzas de gurí cuando los vecinos del barrio conocieron el pleno empleo en el Frigorífico, ese gigante de cemento en ruinas, que se resiste como testigo mudo, al paso del tiempo. En esas idas y venidas de Buenos Aires a Concordia, Roberto Alvarez, le arrancó al entonces intendente Gustavo Bordet, casi de prepo y con movilizaciones de vecinos hacia la Municipalidad de Concordia, el anhelado camino con carpeta asfáltica desde el barrio Las Tejas, hasta Benito Legerén. Dicen que Bordet preguntó con la cara que lo caracteriza, ¿De dónde salió este barbudo?

 Pequeña crónica de una obstinación

Pese a estar entrado en años y de soslayar los consejos de los jóvenes troskos, “El Barba”, siempre se las ingenió para ir al frente de las columnas en las movilizaciones del Polo Obrero. En el año 2017, cuando Mauricio Macri como Presidente realizó la violenta represión en contra de los jubilados, la policía al quedar sin gases y municiones, comenzó a tirar piedras y cascotes. Uno de los proyectiles lo encontró a Roberto al frente de la columna que avanzaba en inmediaciones de Plaza de Mayo. El proyectil le hizo perder un ojo. Fue un momento de angustia no solo vivido por él, sino también por el resto de la organización política. Lejos de amilanarse o quedar pasivo en su casa, Roberto continuó durante estos últimos en todas las movilizaciones habidas y por haber, allí en donde por reclamar por justicia se trate.

Ayer no fue una excepción. Desde lejos se veía como varias columnas confluían en la zona céntrica para hacer conocer la protesta de los jubilados en contra el Veto del presidencial del desquiciado de Milei. Un fotógrafo de Pagina 12, dejó plasmado entre varias, una que lo muestra como debe ser, marchando y con los brazos en alto, como símbolo militante. Es Roberto Alvarez, “El Patita” nuestro, “El Barba” de los troskos, el pibe que siempre vuelve al barrio a pescar o bañarse en las aguas de su río Uruguay.

(*) Director de Diario del SUR Digital – Radio La Tribu del SUR, 90.7

 

 

 

 

 

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