El relato de Bullrich que abona futuras represiones contra el Pueblo argentino

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Por Rubén BONELLI (*)

Ya no es ni siquiera necesario detenernos en la historia de esta mujer que tuvo su pasaje por el nefasto gobierno de De la Rúa, de Mauricio Macri y ahora del desquiciado tracción a clonazepam.

Si hay un real interés de saber qué pasó en las inmediaciones del Congreso en la jornada de ayer, en donde un grupete de delincuentes prendió fuego a un auto de Cadena 3, se podría saber que los miles y miles de argentinos que fueron a movilizarse no tuvieron nada que ver con los hechos. Es más, la columna de la CGT con Moyano a la cabeza olfateó la trampa y se retiró.

Mientras en el Palacio iban cobrando forma los intrincados arreglos a partir de los distintos discursos y posiciones de los senadores, en la calle las fuerzas de seguridad, como la Policía Federal, la Gendarmería Nacional y Prefectura naval Argentina, comenzaron a tirar gas pimienta por sobre las vallas puestas. ¿Con qué fin las fuerzas de seguridad tiraban gas a través de las vallas? ¿Con qué fin tiraron gas sobre los rostros de un grupo de Diputados? Todo ello tiene una explicación y en realidad era un ardid que tendió a provocar, a violentar, a exacerbar los ánimos de un Pueblo cansado de que le metan la mano en el bolsillo. Con ello lograron el primer paso de un dispositivo listo para reprimir.

Luego fueron por lo segundo. Tirar gases lacrimógenos, arremeter con los hidrantes, garrotear con furia, pegar a los jubilados, arrastrar a los desvalidos y las posteriores detenciones callejeras.

El tercer momento planificado por los servicios de inteligencia, fue el de introducir a un grupo de revoltosos que encapuchados, incendiaron un vehículo de Cadena 3. Este modus operandi tenía que ocurrir con el fin de dirigir la mirada de la prensa oficial y la caterva de ensobrados a ese único episodio, para así generar por estas horas que se hable de la vuelta del terrorismo a la Argentina. Este argumento tan falaz como mentiroso, unicamente puede nacer de las cabaezas de un desquiciado y una fascista.

La ministro Bullrich dijo hoy a sus medios adictos, :“Teníamos información de que había grupos que habían ido con todo tipo de materiales. Habíamos trabajado mucho en las vísperas de esta manifestación para que no nos sorprendiera. Sabíamos, tal como dijo el presidente de la Nación, que era un golpe de Estado. ¿Cómo son los golpes de estado modernos? Es el desgaste permanente para tratar de generar una situación para que el Estado pierda la capacidad de acción”, subrayó Bullrich. En declaraciones a LN+, la funcionaria afirmó que “los responsables de lo que pasó ayer son el kirchnerismo y los movimientos de izquierda”.

Lo que se desprende del relato de la ministro es que va instrumentando un discurso en donde los conceptos como, “terrorismo”, “golpe de Estado”, “privilegios”, etcétera, se los quiere endosar a un Pueblo que lo único que hace es movilizarse en defensa de sus derechos. Derecho consagrado en la Constitución Nacional, que Bullrich quiere aplastar con un protocolo cuasi fascista, propio de los gobiernos autoritarios.

Así como don Domingo Faustino Sarmiento, dio vueltas las antinomias Civilización o Barbarie, en donde los bárbaros, fueron nuestros gauchos y mestizos, que nos dieron sus vidas por la libertad, mientras que la civilización, eran esas clases patricias que en realidad crecieron económicamente por el contrabando y el saqueo a nuestra patria con sus socios ingleses, todos ellos antecesores de los Bullrich, ahora nos quieren etiquetar como “Terroristas que quieren un golpe de Estado para no perder sus privilegios”, exactamente los mismos males que ellos hicieron contra el Pueblo argentino, en 1930 contra Hipólito Yrigoyen, en 1955 contra Perón, en 1966 contra Illia y en 1976, con la peor dictadura oligárquica – militar.

El garrote de Bullrich viene por más sangre.

(*) Director Diario del SUR Digital y Radio La Tribu del SUR 90.7

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