Gramsci, Milei y la batalla cultural a puro látigo

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Por Luis Edgardo Jakimchuk (*)

Es bueno recordar que Milei apelo en reiteradas oportunidades, que venía a desarmar el “Gramsci Kultural”, por ser promotora de un Estado socialista que promueve justicia social y ampliación de derechos, que no aporta al bienestar general, al contrario, son el problema mismo. Para imponer un estado totalmente tutelado por las normas del mercado, propone “batallar culturalmente a los zurdos de mierda con las ideas de la libertad que son justas y tienen superioridad moral”.

“Batalla cultural” es un concepto del pensador italiano Antonio Gramsci, que entendía la lucha por el control del pensamiento y la cultura de la sociedad. Para Gramsci, la batalla cultural debía iniciarla la izquierda para vencer a los paradigmas de la derecha. Milei adopta a Gramsci para subvertir ese imaginario supuestamente neo marxista por su propio paradigma basado en las ideas de F.A Hayek, Murray Rothbard. Ludwig von Mises, entre otros. Un “Gramsci de derecha”.

Este intento “gramsciano” no es nuevo de la derecha. Lo novedoso es la unificación del arco de todas las expresiones de la derecha en argentina. Esta pretensión se viene intentando desde Videla/Martínez de Hoz, pasando por Menem, Macri y hoy encuentra consistencia con Milei. Este personaje no viene a innovar nada. Su guía es Margaret Thatcher, con quien se siente identificado por haber aplastado a la izquierda y promover a las corporaciones como garantía de progreso. Es más, Milei instala las mismas recetas, ajustes presupuestarios y achicamiento del Estado que quiso implementar el primer gobernante liberal libertaria en el mundo, Liz Truss y duro seis semanas en el poder.

¿De qué se trata realmente la batalla cultural que dicen llevar adelante Javier Milei y La Libertad Avanza?

Milei coincide con el politólogo Agustín Laje (su referente ideológico), autor del libro “la batalla cultural” que “La raíz del problema argentino no es político ni económico. Es moral”. Milei justifica todas sus medidas con argumentos morales y hasta religiosos, con una agenda económica a medida de los intereses de las corporaciones.

Contra ese horizonte de valores que sostiene, vale interpelarnos si es sustentable moralmente el modelo anarco capitalista de Milei a la luz de “los caídos” en la pobreza y vulnerabilidad que produjo.

Dónde está lo moral cuando se regodea de que lleva adelante “el ajuste más importante de la historia de la humanidad”. El olvido de lo moral significa el olvido de la existencia humana, de la calidad de vida de los enfermos sin cobertura del Estado con remedios, de los chicos sin alimentos en los comedores, de los jubilados ajustados para exterminarlos; de trabajadores echado del Estado regocijándose; de los estudiantes que no podrán estudiar por falta de presupuestos para que funcionen las universidades.

Se puede invocar la moral, cuando los grandes empresarios son aliados claves en la destrucción del Estado y ponen los funcionarios para el desguace de áreas de gobierno para facilitar sus negocios. A esta acción perversa, se necesita ser revertida y la presentan como una “batalla cultural”. Esto son los valores libertarios que imperan en el gobierno. La realidad derrumba los argumentos morales de estos bandidos.

Es necesario advertir que Milei, quien resulto atractivo en la segunda vuelta con sus promesas disruptivas, no desea gobernar dentro del modelo republicano, ni batalla cultural, ni construcción de consensos para encontrar soluciones colectivas. Es un negacionista de la realidad, de la verdad, el cree solo en su verdad como todos los mesiánicos. Está claro que desea destrucción y perversidad desde su dogmatismo.

Milei convirtió la crisis en su modo político. Un esquizofrénico que gozar vencer, deshumanizar, humillar para producir vergüenza publica, más que buscar consensos para estabilizar. No lo hace porque el consenso es ético, se basa sobre principios de racionalidad comunicativas y, su comunicación es brutalista. Está centrada en el uso de insultos vulgares, obscenos, clasistas, misóginos. Para Milei su gobierno defiende los valores de los argentinos de bien y que la batalla la hace con “las fuerzas del cielo” Javier Gerardo Milei y su banda de funcionarios son AMORALES.

(*) Ex Presidente del HCD de Concordia y ex diputado provincial

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