La vida después del agua en Concordia: el trabajo en los centros de evacuados

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El río Uruguay tuvo una fuerte crecida tras las tormentas del sábado pasado en Entre Ríos. Concordia quedó 13 metros abajo del agua y 400 familias fueron evacuadas. De ellas, 62 viven en centros donde reciben atención nutricional, refuerzos de salud, juegos y asistencia social. Otras familias permanecen en la parte alta de sus viviendas y reciben asistencia por medio de canoas o camionetas de Defensa Civil. El pronóstico y lo que piden los vecinos.

Este sábado el agua llegó a 13,44 metros en Concordia, Entre Ríos, y más de 1.500 personas tuvieron que ser evacuadas por la crecida del río Uruguay, tras fuertes tormentas. El alerta naranja se mantiene activo a pesar de que las autoridades informaron que la subida tendrá una leve “tendencia a la baja”, ya que desde el domingo se produjeron algunas tormentas en varias zonas de la provincia. Según detalló Radio Nacional, también se encuentran afectadas otras localidades de la costa del río Uruguay como Federación, Colón, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú.

Los tramos del torrente del río que despiertan mayor preocupación son las cuencas altas y medias que coinciden, geográficamente, con las costas de la ciudad de Concordia. Por este motivo, unas 1537 personas, aproximadamente, fueron damnificadas. De ese total, 62 de las 400 familias debieron ir a cinco centros de evacuados, desplazadas de sus hogares: el Salón de Usos Múltiples del barrio Carretera La Cruz, los salones anexos a la Clínica Municipal del Deportista (ex Polifuncional), el centro Ex Bagley, el Salón Comunitario de Villa Adela y las instalaciones del Regimiento de Caballería de Tanques VI “Blandengues”.

Según relata el diario El Heraldo de Concordia, en los centros de evacuados, las familias reciben asistencia y acompañamiento por parte de la Secretaría de Desarrollo Social y diferentes áreas del municipio: hay refuerzos nutricionales, atención de demandas sociales, respuesta a situaciones de vulnerabilidad, apoyo escolar, controles de salud, contención psicológica, atención especial de personas con discapacidad, prevención de situaciones de violencia, intervenciones de integración y convivencia, actividades culturales y recreativas. Pero sobre todo, solidaridad. Tan solo pensar en que todo lo que tenés en tu casa fue pasado por agua.

Empatía

“En la medida que pasan los días se generan dificultades vinculadas con el malestar de no poder volver a sus casas y el impacto en sí que tiene en las personas transitar esta experiencia. Por eso hay que estar cerca, acompañando, escuchando y ayudando a la gente”, comentó esta tarde el secretario municipal de Desarrollo Social, Amadeo Cresto.

En el mismo sentido, Claudia Cevey, directora de la Unidad Técnica de Gestión, destacó: “hay un trabajo muy comprometido y muy humano, porque no se trata solamente de resolver las cuestiones que hacen a la alimentación, la provisión de ropa, calzados u otros elementos; se trata principalmente de tener empatía y comprender que para la gente no es fácil estar lejos de sus hogares y enfrentar estos cambios que, si bien son temporales, afectan su vida y sus rutinas. Por eso ahora tenemos más gente trabajando en los centros y con más cercanía a las familias”.

La directora de Atención Primaria de la Salud, Ana Paula Vila, detalló que en esta última semana se están centrando «en el cuidado de los niños y los adultos mayores en los días más calurosos y también repasando todo lo que estuvimos trabajando con las familias en cuanto a controles, hábitos de higiene, calendarios de vacunación, control de presión arterial, manipulación de alimentos, enfermedades respiratorias y otros cuidados”.

“Tratamos de abarcar todos los aspectos que hacen al acompañamiento a las familias, desde armar juegos con los chicos y ayudarlos para que terminen bien la escuela hasta abordar los temas de violencia que a veces se presentan o las dificultades en sí que puede haber en la convivencia –continuó Vila–. Se trabaja con una mirada muy humana, con la sensibilidad que exigen este tipo de situaciones”.

Información oficial

De acuerdo con la información publicada por el Área de Hidrología de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM), se espera que el nivel del agua se mantenga estable durante la semana ya que no habría presencia de lluvias en el área. Según el pronóstico ofrecido por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se espera que las precipitaciones comiencen a menguar en Concordia. La mayor cantidad de agua acumulada será, entonces, la regustrada durante la madrugada y la mañana del domingo

Si bien el pronóstico de este lunes es positivo, nublado sin lluvias, el SMN anunció una probabilidad de lluvias aisladas durante la noche del martes o la madrugada del miércoles.

Evacuados y autoevacuados

En diálogo con Télam, Ligia Wurfel, directora de Gestión Comunitaria y Social de Concordia, dijo: “estas inundaciones se deben al agua que proviene del norte, desde Brasil y Misiones, donde se produce el desborde del río Uruguay en todo su cauce”. Asimismo, remarcó que las precipitaciones juegan un rol clave en el panorama, ya que el constante afluente evita que se drene el líquido. Por su parte, Elidelmar Otman, periodista de Radio Nacional Gualeguaychú, contó al aire que la situación es compleja en Concordia, y un poco menos en Colón y Concepción del Uruguay, aunque hay una preocupación por Gualeguaychú. Hay unas 400 familias evacuadas y autoevacuadas. «Hay personas que resisten en la planta alta de su vivienda, que también reciben asistencia del municipio de Concordia con la logística de Defensa Civil de la provincia, con canoas o camionetas”, expresó. Asimismo remarcó que la tendencia a la baja continúa, lo que favorece el escurrimiento del agua que permitió que Concordia se encuentre por debajo de los 13 meses de inundación, después de haber sobrepasado esa línea.

Los vecinos piden una obra pública

En los últimos ocho años, según publicó La Nación, la política de la intendencia para paliar los efectos de las inundaciones fue la relocalización de los vecinos instalados irregularmente en la zona. Según datos oficiales, en este lapso más de 600 familias fueron trasladadas a viviendas sociales fuera de la ciudad que se construyeron en el predio de Agua Patito y terrenos del Banco Municipal de Tierras.

No obstante, los propietarios de las 350 casas históricas y quienes se asentaron después, no tienen interés en mudarse a las viviendas sociales sino que exigen a la municipalidad la construcción de la defensa central, un terraplén con bombas de agua que aplacaría el avance del agua y la redireccionaría. “La obra es de 50 millones de dólares. Por el monto, para hacerla, se necesita financiamiento internacional”, afirmó el intendente Enrique Cresto (PJ), que dejará su cargo el domingo próximo. En el mismo sentido se pronunció el intendente electo, Francisco Azcué (Juntos por Entre Ríos).

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