Las cuentas públicas de la Municipalidad de Concordia y el silencio de los inocentes
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A más de 15 días de asumido el Intendente Francisco Azcué, siguen los chisporroteos acerca de los saldos que dejó la gestión del gobierno anterior.
En el día de hoy, el ex Secretario de Gobierno Aldo Álvarez, salió al cruce de las declaraciones del actual Secretario de Gobierno Dr. Luciano Dell Olio, desmintiendo las afirmaciones de este último sobre el alto grado de endeudamiento con el que habrían recibido el municipio, dejando entrever éste último, que esos números van a poder ser verificados, cuando terminen las tan prometidas auditorías.
Lo cierto es que los días pasan y el municipio se encuentra literalmente paralizado, creciendo los pastos por toda la ciudad, así como los baches de las calles que cada vez se hacen más grandes y numerosos. Hace pocos días, los monotributistas de áreas muy sensibles del municipio, quedaron sin cobrar antes de las fiestas sus sueldos por lo trabajado en noviembre; a lo que hay que agregarle que hay una gran incertidumbre en todo el municipio sobre si los monotributistas y los contratados van a seguir trabajando el próximo año.
Mientras el Presidente Javier Milei a nivel nacional, despidió a más de 7.000 contratados durante al año 2023 y el Gobernador Rogelio Frigerio anunció que va a hacer lo propio, a nivel local no queda claro todavía. ¿Qué posición va a tomar el intendente Azcué con respecto a los más de 700 contratados que le dejó de regalo en el último semestre Enrique Cresto?. También, ¿Qué hará con los más de 70 funcionarios políticos que pasó a la Planta Permanente? Visto que Cresto no cumplió con su palabra cuando asumió su intendencia, en donde juró y se comprometió con la sociedad de Concordia a que los funcionarios que llegaban con él, se iban con él.
Durante el período de transición se los vio a ambos juntos en reiteradas oportunidades, diciendo que todo estaba transcurriendo en un marco de orden e institucionalidad.
Asumido Azcué, la nueva gestión manifestó que recibieron un municipio endeudado en más de 8.000 millones y en un estado calamitoso con posibles irregularidades; mientras que Cresto y sus funcionarios sostienen que le dejaron a Azcué “una Ferrari”, desendeudada y con un fondo anticíclico de 2.700 millones.
O sea que a pocos días del final del año, la sociedad de Concordia no sabe quién es el que le está mintiendo. Si Cresto o Azcué.
En los pasillos del municipio se dice a viva voz, que habría una interna cada vez más fuerte en el gobierno actual, entre los que integran el ala dura (Caminal, Reta Urquiza y Sastre) que quieren avanzar fuertemente con las auditorías, mientras que las palomas sostienen que no es momento de confrontar con la gestión anterior, y que hay que concentrar las energías en una gestión verdaderamente transformadora, transparente y eficiente que se diferencie completamente de la gestión Cresto.
Lo cierto es que cada día que pasa, sin que se haga nada, es menos probable que podamos saber sobre el real estado de las cuentas municipales.
Azcué prometió hacer una auditoría para sacarnos de estas dudas, pero hasta ahora de esto lo único que se escucha es su silencio.
Cresto dice (parafraseando a Perón), que la única verdad es la realidad; pero lo cierto es que los concordienses no sabemos cuál es la realidad ni la verdad, ¿el municipio habrá quedado preocupantemente endeudado por varios años como dicen unos; o superavitario y con excedentes de dinero por miles de millones como dicen otros?
En fin, en la medida que continúe el silencio inocente o no de la actual gestión, cada día que pase será más difícil que los vecinos sepamos la verdad.
Se viene un 2024 muy complicado, siendo que lo que más se escucha de la dirigencia política Argentina es: “No hay plata”, por lo que habrá que ver si Azcué y su equipo se prepararon y están listos para gobernar los tiempos que se vienen, un municipio y una ciudad tan compleja como la de Concordia.