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Por Rubén Bonelli (La Artigas en el Movimiento Peronista Auténtico)

La actual situación política por la que atraviesa el peronismo provincial da para todo. Como el comienzo de un ensayo carnavalesco, algunos dirigentes pejotistas ya tienen puesta la careta. Y en este corso en contramano y desfilando por los medios de comunicación se lo vio al intendente de Concepción del Uruguay, Eduardo Lauritto en el programa “Cuestión de Fondo” por Canal 9, que conduce el periodista Daniel Enz.

En su alocución Eduardo Lauritto se despachó con la frase “No es cierto que de un lado están los héroes y del otro los traidores”. Aunque no se le entendió bien lo que quiso decir, sus palabras quedaron como suspendidas en el aire.

Cuando el periodista le hizo preguntas cerradas, Lauritto atinó a emplear su argucia para dar más vueltas que perro para echarse y como es su estilo, no decir nada que lo comprometa. Y es que este dirigente, siempre se caracterizó por ser “un pecho frío”. Frase utilizada por algunos militantes del peronismo.

Su trabajo en tándem, con la Intendente de Paraná, Rosario Romero, que tiene grandes aspiraciones, el ex gobernador Gustavo Bordet, su delfín Guillermo Mitchel y varios de los denominados Mariscales de la Derrota, sumados ahora al cristinismo y camporismo, quieren continuar conduciendo el peronismo provincial. Ya sea a través de los que ellos llaman la Liga de Intendentes Justicialistas conducida por Romero y los legisladores puestos a dedo por Bordet, que según el ex gobernador serán los que decidan quiénes serán los que representarán al peronismo provincial como candidatos el año que viene para las elecciones legislativas nacionales.

Pero volvamos al Intendente, Eduardo Lauritto. Como se sabe, Lauritto es un hombre de leyes, que poco sabe de las batallas del peronismo. De sus héroes y mártires. Para él, la política comenzó de la mano del ex gobernador Jorge Busti a finales de la década del 90. Fue ministro provincial, legislador nacional, Vicegobernador, Presidente de la CARU, dos veces intendente, etc., etc. En síntesis, el peronismo le supo dar, lo que pocos hombres, militantes de toda la vida, nunca hubiesen podido llegar, ergo, le debe al peronismo más que su propia vida. Sin embargo, cuando uno lo escucha hablar, parece que fuera el revés. Se muestra como el primer servidor público, con una entrega desmesurada y un desinterés protagónico. Se la da de tan humilde, que a uno hasta le da ganas de ayudarlo económicamente en su tarea de intendente.

Pero no nos engañemos, esta estratagema no solo la usa Lauritto. También la utilizan aquellos que con cara de poker, hoy están siendo investigados por enriquecimiento ilícito. Cada Lauritto, tiene su Orabona.

Como muestra sobra un botón, decían nuestras abuelas. Y como para respaldar esta columna y poner en evidencia el planteo anterior, podemos decir que toda la dirigencia, salvo honrosas excepciones, nunca pusieron un solo peso de su patrimonio y menos de su bolsillo para hacer política. La financia el mismo Estado. Como así también es el mismo Estado, la víctima del manoseo y el manoteo.

En el caso de Eduardo Lauritto para costear su campaña a Intendente de Concepción del Uruguay, lo hizo seguramente con dinero que no es de él. Durante los cuatro años que se desempeñó como Presidente de la Delegación Argentina ante la Comisión Administradora del Río Uruguay, (CARU), al menos 60 medios de comunicación en su amplia mayoría de Concepción del Uruguay, se repartieron unos 25.000.000 de pesos, en forma discrecional.

También en los 4 años de su mandato en CARU cobró alrededor de unos $400.000.000.- Hablamos solamente de los 4 años últimos, porque Lauritto viene comiendo de los alfalfales del Estado hace ya un cuarto de siglo, o sea, 25 años. Ni hablar de que dicen, tiene casi un millón de dólares en un banco del Uruguay, en una cuenta que no está declarada.

Usamos el caso de Lauritto como ejemplo. Pero volvamos al principio. Todos los dirigentes que salen a hablar como grandes personajes del peronismo, pertenecen a una clase social que está totalmente escindida de lo que hoy reclaman y sienten los desocupados, los trabajadores, los cuentapropistas, las pymes, etc. Ellos no tienen las urgencias de un hombre o una mujer del Pueblo, que hoy viven el día y reclaman justicia ante un gobierno nacional que castiga a los jubilados, que atenta contra la educación pública, contra la salud pública, etc. Ellos no se van a jugar en una protesta callejera o poniendo el cuerpo contra la represión y las adversidades. Ellos son los pícaros, que usando las banderas y los símbolos por los cuales murieron miles de peronistas en la resistencia, nos quieren seguir engañando.

Por suerte y por esas cosas del destino, el peronismo volverá a renacer de las cenizas en nuestra querida provincia de Entre Ríos, y si no lo hace, como decía Eva Perón, la bandera flameará sobre sus ruinas.

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