Pacto de Mayo: quiénes van, los ausentes y los que juegan al misterio

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El gobierno lograría juntar 16 gobernadores, entre ellos tres peronistas. Todavía no está claro qué harán Zamora, de Santiago del Estero, y Weretilneck, de Río Negro. Un acto deslucido.

Después de varios intentos fallidos, Javier Milei logró juntar un puñado de gobernadores para que lo acompañen en la firma de un decálogo de intenciones que pretende transformar en políticas públicas bajo el rótulo de «Pacto de Mayo» y que se firmará este lunes 8 de julio a las 23 horas. Lejos de mostrar consenso y unidad, tal como pretendía el gobierno, la convocatoria dividió al país en tres: los gobernadores que van, los que no van –pero todavía no lo dicen– y los que ya avisaron que no van a apoyar las medidas de un gobierno nacional que les quitó los fondos educativos, del trasporte y previsionales.

Esta convocatoria, que estaba prevista originalmente para el 25 de mayo, tuvo que ser pospuesta por falta de quórum. Además el gobierno quiso tener sancionada su Ley Bases, una herramienta política para llevar el ajuste adelante. Esta pretendida iniciativa patriótica, que impone un lúgubre código de vestimenta negro a los invitados, pretende ser una muestra de consenso político demandada por el FMI, que cierra una primera etapa de gobierno tras la sanción de la ley que contó con el apoyo de legisladores de provincias radicales y peronistas.

Entre los gobernadores que confirmaron desde la hora cero se encuentran tres peronistas: Gustavo Sáenz, de Salta, Raúl Jalil, de Catamarca, Martín Llaryora, de Córdoba y el propio anfitrión tucumano, Osvaldo Jaldo. Son los mandatarios que dieron su apoyo a la ley desde el inicio, interesados en particular en que las eventuales empresas extranjeras se instalen en sus jurisdicciones.

En un segundo grupo se ubican los gobernadores del PRO, atravesados por la feroz interna que tensiona el vínculo entre su fundador Mauricio Macri y su excandidata a presidenta Patricia Bullrich. Tiempo confirmó la presencia de Ignacio Torres, de Chubut, Rogelio Frigerio, de Entre Ríos, Claudio Poggi, de San Luis, y Marcelo Orrego, de San Juan. También dará el presente Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño que esta semana, junto a su primo, le reclamó al gobierno que cumpla con el fallo de la Corte Suprema y le baje la plata prometida por los puntos de coparticipación que el expresidente le había otorgado a la Ciudad.

Macri asegura que quiere dar apoyo y legitimidad al gobierno, con el cual tiene acuerdos ideológicos, pero, tal como sostuvo esta semana en el comunicado post encuentro partidario, no promueve ninguna fusión, tal como había pedido Milei. También se suman a este grupo los radicales Gustavo Valdés, de Corrientes, Maximiliano Pullaro, de Santa Fe, Alfredo Cornejo, de Mendoza, Carlos Sadir, de Jujuy, Leandro Zdero de Chaco.

En un tercer grupo se encuentran los gobernadores peronistas y filo peronistas enfrentados desde el primer día a la administración Milei. Entre ellos están el bonaerense Axel Kicillof, el pampeano Sergio Ziliotto, el formoseño Gildo Insfrán, el riojano Ricardo Quintela y el fueguino Gustavo Melella. La frase que resume todos sus posicionamientos la pronunció Kicillof la semana pasada, en el acto que pretendió dar por terminada la interna peronista bonaerense: “El pacto es con el pueblo”.

Por su parte, los mandatarios de fuerzas provinciales como Rolando Figueroa, de Neuquén, y de Misiones Hugo Passalacqua, sí concurrirán. Sin embargo, Gerardo Zamora, de Santiago del Estero, y Claudio Vidal, de Santa Cruz no confirmaron cuál será su decisión, aunque fuentes provinciales se inclinaron por la negativa. En el caso de Vidal, el gobierno nacional no cumplió con la palabra de otorgar la gestión de Yacimientos Carboníferos Río Turbio a la provincia. Tampoco está clara la posición de Alberto Weretilneck, de Río Negro.

La transferencia de obras nacionales a las provincias fue la prenda de cambio que propuso el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a los mandatarios para conseguir apoyos, luego de que se implementara la decisión de desactivar casi por completo los trabajos de infraestructura.

La demora que produjo la firma del Pacto de Mayo que terminó siendo en julio, provocó otro agrupamiento entre los mandatarios del Norte, que se firmó el 18 de junio, en el que los gobernadores reclamaron la finalización de obras. Allí estuvo la vicepresidenta, Victoria Villarruel, vestida de gaucho norteño. En ese texto quedaron las firmas de Sáenz, Jaldo, Jalil y Sadir.

Por lo pronto, la breve presencia de los mandatarios que rubricarán el acta este lunes a las 23 horas, que enumera los diez puntos del así denominado acuerdo, no implica una tregua en las demandas por los fondos retenidos. A Llaryora, Pullaro y Kicillof se sumó esta semana el jefe de gobierno Macri. Fuentes provinciales confirmaron a Tiempo que los reclamos por los fondos no cesarán.

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