Un pequeño paraíso en el barrio Lavarden: reabrió la biblioteca que estuvo más de 10 años cerrada
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Las bibliotecas cumplen un rol fundamental en la educación de las personas. Son herramientas que permiten el acceso a la información, difunden conocimientos y cultura. Muchas veces funcionan como centros de capacitación de diversa índole, brindando a sus usuarios oportunidades de inserción en la sociedad.
Por Adriana Casco (*)
Visité la Biblioteca “Domingo Faustino Sarmiento” del Barrio Lavarden, ubicada en la esquina de calles Laprida y De Los Viñedos, de Concordia.
Fue inaugurada el 30 de Octubre de 2003 por iniciativa de Carlos Gatto, actual subsecretario de Educación de la Municipalidad, quien expresó en diálogo con “El Entre Ríos”: “La biblioteca surgió en 1996, 1997, no lo recuerdo bien pero cuando fui concejal de Concordia, leí un artículo en el diario, que decía que la CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares) otorgaba bibliotecas a los barrios del país”, contó y siguió: “entonces, hice la solicitud, me pidieron varios requisitos que fui cumpliendo paso a paso hasta que mandaron los libros”, enfatizó.
El subsecretario remarcó: “En los comienzos funcionó en un aula de la Escuela Lavarden porque no había lugar propio. Cuando asumió Montiel, fiel defensor de las Bibliotecas Populares, en 1999, le comenté esto. Es así que, durante su gestión, la provincia compró el terreno y se construyó el edificio”.
“Más de diez años cerrada”
“Al asumir el cargo de Subsecretario de Educación, hicimos un convenio entre la Municipalidad y la Biblioteca”, dijo y luego afirmó: “la Municipalidad brinda los empleados: un cargo es derivado y el otro creado para el turno tarde de modo de garantizar que esté abierta al público todo el día”.
“La estamos acondicionando, hemos proporcionado a través de un convenio con una fundación de Buenos Aires, 1000 libros y queremos abrir nuevas en otros barrios”, adelantó.
La pinta no es lo de menos
Desde que el colectivo que suelo utilizar a diario cambió parcialmente de recorrido, podía observar la “casita gris”, con las puertas cerradas, casi abandonada, en la esquina de Laprida y De Los Viñedos. En más de una ocasión me pregunté quién viviría allí, posiblemente sus dueños ya no estarían con vida, o quizás serían ancianos que no podían pintarla, o tal vez sus dueños se habrían mudado y otras tantas hipótesis… “qué pena”, pensaba; pero me atraía su entorno con arbustos, arbolitos con flores y pastito siempre verde, además de su postura altiva como la de quien se resiste a bajar los brazos ante los embates de la vida.
De un día para otro, “la casita” comenzó a lucir portentosa: sus paredes blancas irrumpieron en medio del bonito jardín. Un cartel en el frente con letras verde manzana dio fin a la larga lista de conjeturas que formulaba a diario: “Biblioteca Popular Domingo Faustino Sarmiento”.
Al mismo tiempo, se hacía pública la noticia de su reinauguración en los medios locales.
Un recorrido sugestivo
Al ingresar a la Biblioteca, se encuentra la sala de recepción, amablemente me recibió la bibliotecaria quien nos fue contando aspectos que hacen al funcionamiento de esta institución. La sala de lectura contigua presenta mobiliario tradicional, parece detenida en el tiempo: se pueden encontrar desde antiguos discos de vinilo hasta un televisor con videocasetera. Muchos libros de diferentes géneros, mapas, revistas y enciclopedias completas en perfecto estado de conservación. En definitiva: el encanto que posee consiste en la ausencia de elementos que cualquier biblioteca moderna tiene.
“Con el tiempo, va a crecer”
Así lo manifestó Carlos Gatto, plenamente consciente de las necesidades que tiene este centro cultural, como la conexión a internet, computadoras y otros elementos tecnológicos que se emplean actualmente. “Al perderse el vínculo con la CONABIP, por haber estado cerrada por más de diez años, se deben regularizar varios papeles”, advirtió y agregó: “Está todo en proceso. También, está en nuestros planes incorporar talleres de formación laboral, como había antes”, destacó.
Impacto en la comunidad
La escuela primaria Lavarden y la secundaria Augusto Niez, son sus vecinas más cercanas. Con la escuela primaria ya realizan trabajos en conjunto, además de destacar que se dan clases de apoyo dos veces por semana a las que concurren niños de esa institución para recibir ayuda extraescolar.
La directora Ramona Fernandez manifestó: “La Biblioteca popular cuenta con el espacio que acá no tenemos”, refiriéndose al apacible patio que invita a leer bajo la sombra de algún arbolito y que resulta atrayente para los niños y para cualquier persona amante de la lectura. Destacó que hacen talleres con los chicos en ese espacio porque cambiar el entorno habitual resulta una propuesta interesante.
En el caso de la escuela secundaria, la directora y bibliotecaria tienen una actitud de total apertura para el trabajo en conjunto.
Los vecinos ven con buenos ojos la reinauguración de este sitio, reclaman la vuelta de los talleres de capacitación y se muestran complacidos con la oferta que brinda.
Jorge Luis Borges dijo: “Siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca”. Y la verdad que esa esquina del barrio Lavarden adquirió un tinte especial: la casita gris atesoraba un paraíso que promete un gran futuro.
Fuente: El Entre Rios