Por «Corchito» González, desde los pasillos del Palacio Municipal para Diario del SUR Digital.
Bueno, bueno, señoras y señores, saquen los pañuelos porque parece que se viene otra temporada de «los municipales al borde del llanto». Desde temprano me di una vuelta por el palacio municipal para ver si era cierto el milagro de los gremios arreglando con el intendente el reclamo salarial. ¡Oh, sorpresa! El milagro no fue tal, sino más bien un truco de magia de los buenos: el gremio que más pedía (UOEMC) terminó firmando por menos. O sea, pedían un 40% y terminaron firmando un glorioso 12%. ¡Maestros del regateo, sin duda! ¿Qué habrá pasado en el medio? ¿Se habrá perdido un cero en la calculadora? ¿Habrá aparecido una mano invisible que convenció a los negociadores? Quién sabe… el misterio del mes.
Claro, el acuerdo se cerró, pero con las luces apagadas y por debajo de la mesa, porque parece que nadie quiere hacerse cargo del papelón. El decreto es la salida mágica para liquidar los sueldos con el majestuoso 12% y todos contentos… ¿o no? Bueno, no tanto, porque otros gremios (los de Avallone, ATE y Jerárquicos) siguen en conciliación obligatoria, una jugada maestra del intendente Azcue para que no le hagan lío en plena liquidación de haberes. Nada como atarles las manos a los gremios mientras se cocina el ajuste.
El resultado de esta jugada es claro: los empleados municipales, como siempre, pierden. Segundo año consecutivo con aumentos por debajo de la inflación y con la certeza de que la época de sueldos pagados al día y mejoras salariales ya fue. ¿Recuerdan cuando el intendente prometía el cambio? Bueno, lo cumplió: ahora el cambio es en contra de los trabajadores. De hecho, desde el día uno viene repitiendo que las cuentas municipales están complicadas debido a que la anterior gestión le dejó la municipalidad fundida, como si no hubiera ya pasado un año y medio y él nunca estuvo gobernando (y capaz tiene razón), y que su modelo es el mismo de Milei: ajustar hasta que duela (pero ojo, sólo para algunos).
Lo más cómico de todo esto es lo que cuentan los empleados de la contaduría: resulta que los impuestos municipales subieron un 180%, el presupuesto creció un 60% y los sueldos apenas un 12%. ¡Brillante! Es decir, nos meten la mano en el bolsillo a los 70.000 contribuyentes de Concordia, pero a la hora de pagarle a los empleados, la billetera está flaca. Qué curioso, ¿no? Antes, en otras gestiones, se subía el presupuesto y los sueldos en la misma proporción. Ahora parece que la prioridad está en otra parte…
Y atención que el otro que salió perdiendo fue el propio intendente. La jugada de hacerse el duro, no atender a los gremios, patear la negociación hasta el último minuto y llamarlos a conciliación no le salió del todo bien. La idea era que los gremios se calentaran, hicieran paro y así justificar la contratación directa de cooperativas y monotributistas para la limpieza y recolección. Pero nunca se imaginó que uno de los gremios se iba a bajar los pantalones e iba a aceptar la ridícula propuesta del 12%. Quién sabe lo que pasó, todo indicaba que el intendente quería pegar el volantazo y reemplazar empleados municipales por servicios tercerizados. ¡Pero qué sorpresa! Justo lo que en campaña juraba que iba a eliminar, ahora lo ve como la solución a todos los problemas. Y como frutilla del postre, en su gestión se duplicó la cantidad y el monto de estas contrataciones. ¡Qué giro tan llamativo! Antes era corrupción, ahora es eficiencia.
En fin, el resumen es el de siempre: los empleados municipales pierden, los gremios están más perdidos que nunca, sin rumbo, sin estrategia y sin respuestas claras para sus afiliados, y el intendente terminó jugando a dos puntas sin lograr lo que quería. Pero tranquilos, siempre nos queda el campito para ir a llorar.
Las declaraciones de Azcue de ayer, me hizo recordar al turco Menem, ramal que para se cierra y después se concesiona, el dijo que si paraban terciarizaba el servicio, ahora pregunto con que plata iba a pagar, porque según él no tiene plata