
Por «Corchito» González, especial para Diario del SUR Digital
EL SAQUEO DEL ORO EN CONCORDIA Y EL MODELO DE MILEI VERSION LOCAL

En la Argentina del 2025, el oro ya no es sinónimo de reservas ni de respaldo: es moneda de cambio para tapar agujeros y pagar deudas que nadie quiere explicar. Así fue como el presidente Javier Milei decidió, sin anestesia ni debate, sacar lingotes del Banco Central y mandarlos a Londres, en una de esas maniobras “misteriosas” que solo su círculo íntimo entiende (si es que alguien lo entiende). ¿Cuánto se fue? ¿Para qué? ¿Quién lo autorizó? Silencio. Opacidad. Y eso sí: mucho humo libertario para justificar que entregamos el oro nacional a los ingleses, así como si nada.
Pero tranquilos, que en Concordia no quisimos ser menos. Si el Gobierno Nacional manda el oro a Europa, acá lo rifamos por MercadoLibre versión judicial. Así es, el intendente Francisco Azcue y el directorio de la Caja Mixta decidieron rematar el oro que le quedaba al organismo, lo último de valor que subsistía junto con un inmueble, como si estuviéramos jugando al Estanciero en modo desesperación.
¡Qué coincidencia! Allá Milei manda el oro a Londres; acá Azcué lo liquida en una subasta. Ambos en plan «vende todo», ambos con discurso de “no hay plata”, ambos tapando un agujero negro de gestión con lo único que queda: el patrimonio público.
La Caja Mixta: de prestadora de créditos a showroom de joyería
Hace rato venimos contando que la Caja Mixta estaba fundida. No quedaba ni para pagarle a los comercios por los consumos con tarjeta de créditos. Pero lo que sí quedaba, al estilo Titanic, era el oro. Ese que alguna vez simbolizó respaldo, solvencia, previsión. Hoy será rematado para pagar deudas que nadie sabe bien quién generó. O sí, pero nadie se quiere hacer cargo.
Desde la Caja afirman, muy sueltos de cuerpo, que son una empresa privada y pueden hacer lo que se les cante con el patrimonio, total, ¿quién los va a controlar? ¿El HCD? ¡Por favor! Ellos no tienen por qué meterse, dicen.
Pero los especialistas que consultamos fueron claritos: la mitad del patrimonio de la Caja es municipal, y encima el Concejo aprueba todos los años el presupuesto con los aportes que hace el municipio para sostenerla, así que no sólo deberían meterse, tienen la obligación de hacerlo.
Y el Ejecutivo tampoco se salva. Una operación de este calibre no puede hacerse sin autorización formal, debe contar como mínimo con la autorización del Departamento Ejecutivo Municipal, que es el responsable directo de la administración municipal y, por ende, del manejo institucional de la Caja.
Pero no aparece decreto, ni resolución, ni acta de nada. ¿Qué es esto entonces? ¿Un club de trueque? ¿Una timba legalizada?
Pero el silencio reina. La Caja vende oro y los concejales venden humo. Todos mirando para otro lado, tomando mate mientras el oro se subasta. Gestión 2025: freestyle con picada y omisión de deberes.
Y también del Concejo Deliberante, que cumple el rol de organismo de contralor y aprueba cada año los aportes a la entidad. Si estos pasos no se cumplieron, estaríamos ante una venta con serias irregularidades legales e institucionales.
Pero ojo: según los especialistas consultados, esto configura un claro ejemplo de incumplimiento de los deberes de funcionario público, tanto por parte del intendente, como del presidente de la Caja y los concejales.
En Argentina, la justicia suele llegar tarde… justo cuando el acusado cumple 70 y puede pedir la domiciliaria. Pero Azcué todavía es joven, aunque eso no parece preocuparle. Tal vez confía en que sus excolegas fiscales lo van a cuidar por ser “uno de los suyos”. Impunidad entrerriana, versión corporativa.
En definitiva, bienes del Estado Municipal serán rematados por un privado, sin cumplir ninguno de los procedimientos legales establecidos para la enajenación de bienes públicos. Si el remate del oro se concreta este sábado, estaremos ante un hecho que claramente amerita la intervención de la Justicia, por posibles irregularidades graves en el manejo del patrimonio estatal.

El silencio de los concejales (y la complicidad del Ejecutivo)
La historia del síndico Cr. Albornoz merece un capítulo aparte. El tipo, que venía viendo de cerca el descalabro en la Caja Mixta, intentó hacer lo que corresponde: avisarle al intendente. Le pidió audiencia a Azcue. ¿Y qué hizo el intendente? No lo atendió. Ni una reunión. Ni un café. Nada.
Entonces Albornoz redactó un expediente detallando las irregularidades que venía detectando, y lo elevó formalmente al Ejecutivo. ¿La respuesta? Cajoneo automático. Expediente 404: no encontrado. Al más puro estilo Azcue, lo mandaron al limbo de los papeles incómodos, donde van a parar todas las denuncias que molestan.
Pero eso no fue todo. Como Albornoz era una molestia con demasiado conocimiento, se les ocurrió una jugada brillante: echarlo antes de que se aprobaran los balances 2024, para evitar que su informe como síndico saliera a la luz. Así se aseguraban de que nadie se enterara oficialmente del descontrol financiero en la Caja.
En su lugar pusieron a un contador ignoto, uno de esos que aparecen por arte de magia, sin currículum, sin trayectoria, pero con una habilidad increíble: hacer balances invisibles que sólo ven Azcue y el presidente de la Caja. Un auténtico truco de magia contable. Hogwarts versión Concordia.
Y mientras todo esto ocurría, ¿qué hacían los concejales? Nada. Absolutamente nada. Ni oficialistas ni opositores movieron un dedo.
El mínimo acto de responsabilidad institucional era el HCD haber citado a Albornoz para escuchar su versión, o al menos haberle exigido al intendente mediante pedido de informe que envíe una copia del expediente con las irregularidades y desmanejos denunciados. ¿Lo hicieron? No. Se quedaron callados, cómodos y ausentes.
Todos mudos, todos cómplices, todos felices. Como si esto no fuera con ellos.
Azcué y el arte de no hacerse cargo
Dicen que en su despacho, Azcue recibió el expediente del síndico y la archivó en la carpeta “cosas que no me importan”. Total, lo suyo es el boxeo, las salidas nocturnas, las selfies en las plazas y la instalación capilar. Mientras la ciudad se prende fuego, él está en modo “me chupa un huevo y medio”. Viva la joda, carajo.
Eso sí, cuando explote todo, va a decir que la culpa la tiene el intendente anterior, los sindicatos, Ferreyra, Del Olio, Cristina, el kirchnerismo, los extraterrestres, o el conserje de la Caja. Pero de asumir responsabilidades, ni hablar.
Y como si todo esto fuera poco, como claro ejemplo del desgobierno y la improvisación, están todos peleados entre sí. Según el presidente de la Caja Mixta, la culpa es del jefe de Gabinete y Hacienda, Ferreyra, que no lo atiende y no le gira los recursos que ya están previstos en el presupuesto.
Una excusa que, por cierto, repiten como loros todos los presidentes de entes autárquicos municipales: “Ferreyra no manda la plata y estamos todos parados”.
En fin… todo esto muy berreta, muy «Concordia 2025», muy Azcue-style.
Próximamente en Concordia: compre oro, regale institucionalidad
Así que ya sabe, vecino. Si tiene unos mangos ahorrados, no los guarde bajo el colchón. Este sabado hay remate judicial de oro. Oro de la Caja Mixta. Oro de todos. Oro del pueblo. Vaya y haga su oferta. No todos los días se puede comprar patrimonio municipal a precio de gallina flaca.
Y si algún concejal tiene un rato libre entre mate y mate, podría, no sé… hacer algo. Pedir informes, llamar a declarar al síndico echado, exigir la suspensión del remate. Pero no, mejor sigamos todos en silencio, como si no pasara nada. Total, la culpa es del que se fue.
Viva la libertad carajo (Milei). Viva la joda carajo (Azcue). Y como decía la abuela: “Dios los cría y el remate los junta.”
¿Y los empleados de la Caja? ¿Sabrán lo que viene?
Y, por último, una pregunta incómoda pero necesaria: ¿los empleados de la Caja Mixta sabrán lo que está pasando? ¿Serán conscientes de que están rematando lo último que queda? ¿De que la institución está en caída libre, sin timón ni plan de salvataje?
Después de más de 30 años trabajando, de sostener una entidad clave para miles de vecinos, ¿serán conscientes de que esto puede terminar como terminan tantas cosas hoy en Argentina: con un portazo, un telegrama, y la frase de moda: “no hay plata”?
Porque si seguimos este camino, la Caja no tiene futuro. Y sus trabajadores, tampoco.
Una reedición local del modelo Milei, pero con acento entrerriano: despidos, ajuste y destrucción institucional, todo por el precio de unos lingotes de oro.
Primero vinieron por el Cr. Albornoz… y los empleados de la Caja no dijeron nada, ahora vienen por el oro… Cuando vengan por ellos… ya va a ser tarde.
Nos vemos en el próximo capítulo de esta tragicomedia municipal. Por ahí para entonces ya estén rifando el edificio de la Municipalidad. O la casa del intendente. Vaya uno a saber.
Publicación del Rematador Héctor Bruno:

Listado del oro que se remata:

Próximas notas:
1)Porque Tío Rico no maneja más las cooperativas en la Muni? ¿Quién las maneja ahora?
2)La verdadera alianza política en Concordia donde quedo afuera Frigerio y Bordet.
3)El aeropuerto fantasma…
4)Las compras directas de Azcue y su funcionario estrella