Jorge “Wally”García y el flamante funcionario Alejandro “Cano” Rodríguez cerraron la Escuela de Teatro

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La motosierra del astrólogo

Más funcionarios que “se rascan el higo” y “ganan millones” parece ser la política implementada por la gestión Azcué en la Municipalidad de Concordia. La motosierra también llegó a nuestra ciudad, aunque se quieran despegar del desquiciado con tracción a clonazepam. La Cultura de esta gestión quedó reducida a la mínima expresión, propio de los gobiernos conservadores y retardatarios.  Transformaron la Cultura en un Club de amigos. Y hablando de amigos, hace poco actuó en Concordia un artista que por el solo hecho de concurrir a la escuela primaria con “Wally” en Corrientes, lo hizo actuar en la Fundación Magma, con él acompañando en teclados. Qué glamour!!

Según un parte de prensa enviado a nuestra hoja, por docentes y trabajadores de la cultura, señalan que; Luego de un año y medio de trabajo sostenido que incluyó a las clases anuales de los variados cursos destinados a diferentes edades (desde las infancias hasta la tercera edad) que se realizaban en su sede central, La Estación de la Cultura, y en sub-sedes que abarcan los cuatro puntos cardinales de la ciudad: Sum B. “6 de
Febrero”, El Refugio (B. “Carretera La Cruz”), Centro Cultural Leonardo Favio (B.
Nébel), Salón Comunitario B. “La Bianca”, Casa del Bicentenario (B. Sarmiento),
Escuela Popular Pasos (B. “Llamarada), Centro de Jub. Stella Maris), Centro
Cultural “San Antonio” (Centro); habiendo sumado a mitad de año cursos de otras
disciplinas artísticas que hacen al teatro y que no necesariamente están destinadas
a actores o actrices sino a hacedores de la actividad teatral, como diseñadores de
vestuario, escenografía, objetos, maquillaje, sonido y música; y realizado
capacitaciones mensuales para docentes, estudiantes y público en general con
reconocidas figuras del ámbito teatral provincial y nacional como Carina Resnisky,
Marina Castillo Blanco, Teatro del Bardo, Mina Bevacqua, Hernan Franco, Sebastián
Suñé, Francisco Bertin, Sabatino Palma, a los cuales también se sumaron
estudiantes de la región como Villa Elisa, Salto (Uruguay), San Salvador,
Federación, etc., y habiendo ofrecido a la comunidad toda, en co-gestión con otras
instituciones, funciones de manera libre y gratuita de diferentes espectáculos
teatrales: “Feita”, “Una obra para mi”, “22 de Agosto”, y “Cuando el mundo entero
dormía”… cerraron la Escuela Municipal de Teatro.

Lejos del argumento del ajuste y el no diálogo: el cuerpo docente y directivo de La
Escuela Municipal de Teatro entendió ni bien cambió la gestión que había que
sobrevivir Institucionalmente a un contexto de recorte presupuestario porque lo
importante era que este proyecto pedagógico y artístico sin precedentes en la
ciudad pudiera sostenerse más allá de los vaivenes de la política partidaria.
No fue suficiente resignar los cursos de escenografía, maquillaje, vestuario, música
y utilería, tampoco reducir la cantidad de cursos de cada docente a la mitad, ya que
en abril de este año se quitó de la “Orgánica Municipal” a la Escuela y al cargo de
director, y en estos días finalmente rescindieron los servicios brindados mediante
monotributo de las dos coordinaciones y la dirección.

Si el argumento es “No Hay Plata ¿por qué crean una “Escuela de Arte Integral” a
mitad de año? ¿Por qué siguen nombrando cargos con sueldos siderales? Sin
concurso previo, ni asesoramiento sobre su idoneidad, que obviamente no la hay,
nombrando a un docente de matemática a dirigir la misma; mucho menos la ética si
además es él mismo Director de recursos culturales: “Cano” Rodriguez, quién fue
contratado para profundizar el ajuste en Cultura, que empezó con “Waly” García.
(Foto) en un gran esfuerzo de todo el equipo docente y directivo a finales del 2023 se pudo apreciar
en la muestra anual de todos los cursos, con una maratón teatral que comenzó a las 18:30 y continuo
hasta pasada la medianoche, dónde pasaron más de 200 estudiantes y más de 600 espectadores
(que se renovaban según cada propuesta), en la sede del Club del Tango.
En estos días el Subsecretario de Cultura Wally García y el recientemente nombrado director de
recursos culturales Cano Rodríguez dispusieron el cierre de la EMTC sin poder concluir el ciclo
lectivo.

La Escuela Municipal de Teatro funcionaba con un presupuesto mínimo,
inversamente proporcional al amor y la dedicación que cada docente y directivos
volcaban en sus tareas.
Ampliamente reconocidos por el ámbito teatral local, provincial, nacional e
internacional, este equipo humano que logró a través de esta Escuela no sólo
dignificar el oficio sino también brindar el Arte Teatral como un derecho para la
ciudadanía. Hoy pide a su pueblo de algún modo defender las Instituciones
Artísticas Públicas ya que sus funcionarios las están vaciando.
Y si hablamos de Gobiernos es justo reconocer en la gestión anterior la escucha al
sector cultural (cuando removieron a funcionarios que no funcionaban) y la
inteligencia para empezar a hacer aquello que el sector reclamaba hacía años,
como Aldo Álvarez y Gabriel Belderrain, que serán recordados por haber creado la
Escuela Municipal de Teatro, así como “Waly” García y “Cano” Rodriguez serán
recordados por haberla cerrado.

Además de todo lo que también han destruido en Cultura y que en otro momento
invitamos a reflexionar: Escuela de Música, Escuela de Danza, Biblioteca Infantil,
Ensamble de Guitarras: Vox Populi, reducción de Talleres, reducción de presupuesto
ejecutado, etc, etc…

Tenemos funcionarios con altos sueldos que ajustan al sector cultural diciendo que
no hay plata mientras programan eventos de beneficencia con el trabajo ad
honorem de artistas que apenas llegan a la primera semana del mes.
“Pasan los gobiernos… quedan los artistas” decía Pinti. La Escuela Municipal de
Teatro queda en el corazón de quienes fueron estudiantes, docentes, directivos y
audiencia de todas las actividades públicas y gratuitas que se brindaron.
Como dice la canción: “Un día nos encontraremos en otro carnaval, tendremos
suerte si aprendemos que no hay ningún rincón, que no hay ningún atracadero que
pueda disolver en su escondite lo que fuimos. El tiempo está después.

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